Benjamín
Núñez Salinas
Huancarqui
edén de mis amores,
linda
tierra de ilusión,
en
tus campos no hay dolores,
que
tengo en mi corazón.
Desde
el rio hasta tus lomas,
todo
es bonito y gentil,
un
arrullo de palomas,
confundido
con aromas,
como
eterno mes de abril.
¿Porque
tu ambiente perfuma?,
¿porque
embriaga el árbol?,
porque
el rio con su espuma,
parece
que fuera bruma,
mirando
de frente al sol.
En tu
arenita las huellas,
nunca
se podrán borrar,
pues
son de tus hijas bellas,
que
son mas lindas que estrellas,
que
el cielo, el viento y el mar.
Porque
al aspirar la brisa,
y al
contemplar tus cabañas,
parece
que se divisa,
de
tus hijas la sonrisa,
jugando
por las montañas.
Huancarqui…
hay tu destino,
para
mi es singular,
pisar
tu suelo es divino,
tomando
el sabroso vino,
que
nos obliga a soñar.
No seré
ningún impío,
mi Huancarqui
encantador,
yo
adorare tu rio,
viviendo
en mi caserío,
respirando
siempre amor.
Pediré
a dios clemente,
mi
linda tierra sin par,
que
vivan muy dulcemente,
en tu
tierra tan ardiente,
y no
dejen de soñar.
Y así
mi tierra encantada,
mi
canto es la de dos,
tú
serás siempre soñada,
oh mi
tierra olvidada,
por
todos menos por dios.
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